El bóxer alemán o bóxer, es una raza canina alemana de
trabajo y compañía. Su particular conformación hace que sea un perro que no
siempre puede ladrar, solo cuando la ocasión lo amerita o en estado de
excitación; la raza fue creada por medio del cruce de un brabant bullenbeisser
y un bulldog de antaño, ambas extintas. La primera vez en aparecer un bóxer fue
en 1895 en Múnich por el Múnich Bóxer Club. Philip Stockmann y su esposa Miriam
son considerados los «padres de la raza bóxer» gracias a su criadero llamado
von Dom, los sucesos bélicos en ese tiempo ocasionaron una considerable
disminución de la raza, aunque ellos la mantuvieron estable. Fue en su momento
un perro de guerra, y fue importante durante la Primera Guerra Mundial, así
como la Segunda Guerra Mundial, era útil para el ejército nazi para enviar
mensajes, transportar cables de comunicación, recoger algunos cuerpos de soldados
heridos en medio del campo de batalla; pero esto sucedió antes de que llegarán
otras razas que era mejores que al bóxer en estos trabajos. En España, el bóxer
está considerado como un perro potencialmente peligroso.La mayoría de los historiadores caninos están de acuerdo en
que el bóxer tiene ancestros en los perros bullenbeisser. Estos bullenbeissers
(o mordedores de toros) eran perros de caza, usados sobre todo para el jabalí y
el ciervo. Tales expediciones para la caza de animales salvajes solían costar
la vida a varios perros, ya que la caza era horrible y penosa tanto para las
personas como para los perros (por no mencionar para los jabalíes). Algunas
fuentes dicen que estos enormes perros medievales tenían las orejas erectas y
grandes dientes, que serían usados para sujetar al animal por el hocico. Es
probable que los cazadores cortaran las orejas de la forma en que lo hacen en
algunos países hoy día, ya que esta costumbre parecería de acorde con las
primitivas usanzas de aquellos tiempos. Dentro de una vía más civilizada y
utilitaria, los ancestros del bóxer fueron frecuentemente utilizados como
perros de carnicero, debido a su habilidad para contener a un toro y de
conducirle hacia su establo, si se volvía rebelde. Se cree que la famosa
reputación de un perro llamado Boxl, utilizado por un carnicero de Berlín es la
que dio el nombre a la raza. La derivación de la palabra bóxer como nombre para
un perro de raza pura es irónica, ya que la palabra «boxl» o «boxel» tiene como
traducción, en esencia, mestizo.
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